En 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (o CDC) registraron la cifra más alta de muertes relacionadas con las armas.

Los autores de un informe del 2022 del Centro de Soluciones para la Violencia con Armas Johns Hopkins analizaron dichos datos de los CDC del 2020. Se revelaron algunas realidades sorprendentes y preocupantes sobre la violencia con armas en EE. UU. En primer lugar, está incrementando mucho más de lo anticipado.

Claramente, la violencia con armas no es un problema de personas malas o barrios peligrosos. Las armas se encuentran en todas partes, y la violencia que se asocia con ellas es un problema de salud pública: uno del que el Centro de Soluciones para la Violencia con Armas se está haciendo cargo en ciertas formas importantes y alentadoras.

El Centro de Soluciones para la Violencia con Armas se fundó en la Bloomberg School en 1995. Este Centro se apoya en investigaciones para desarrollar soluciones y aconsejar a los legisladores sobre políticas para encarar efectivamente la violencia con armas.

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Si usted o algún miembro de su familia se ha visto afectado por la violencia con armas y cree que está repercutiendo en su salud mental o bienestar o los de un ser querido, le aconsejamos que aproveche los recursos de salud mental del Priority Partners.

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Si cree que podría hacerse daño a sí mismo o a otra persona, envíe un mensaje de texto al 898-211 o llame al 211.

Resumen de un año:
muertes por violencia con armas en EE. UU. en 2020

Considere los siguientes datos estadísticos alarmantes del informe publicado por el Centro:

  • La violencia con armas fue una causa principal de muerte en EE. UU. en 2020, cuya cifra ascendió a más de 45,000 personas, la más alta de la historia.
  • Las armas fueron la causa principal de muerte entre niños y adolescentes en 2020, lo que representa más muertes que COVID-19, accidentes automovilísticos o cánceres.
  • Las personas jóvenes menores de 30 años de edad fueron casi 10 veces más propensas a morir por arma de fuego que de COVID-19 en 2020.
  • Los homicidios con arma aumentaron en un 35 por ciento en solo un año, lo que sumó aproximadamente 5,000 vidas adicionales que se perdieron a causa de los homicidios con arma en 2020 en comparación con el 2019.
  • Los hombres de raza negra entre las edades de 15 y 34 fueron más de 20 veces más propensos a ser víctimas de homicidio con arma que los hombres de raza blanca en el mismo grupo etario.
  • Hubo más de 24,000 suicidios con arma en 2020 —la segunda cifra más alta en tres décadas—, lo que representa un aumento del 11 por ciento en comparación con el 2019.
  • En 2020 se batieron los récords de venta de armas en EE. UU., con casi 22 millones de armas vendidas, en comparación con aproximadamente 13.5 millones vendidas en 2019.
  • En 2020, el 79 por ciento de todos los homicidios fueron por arma de fuego, la tasa más alta de homicidios por arma de fuego de la historia.
  • Más de la mitad de todos los adolescentes de raza negra entre las edades de 15 y 19 años que murieron en 2020 —el 52 por ciento— fueron asesinados a consecuencia de la violencia con armas.
  • Las armas de fuego fueron la causa principal de muerte de niños y adolescentes entre 1 y 19 años de edad.
  • La cantidad de mujeres de raza negra que murieron por homicidio con arma de fuego en 2023 aumentó en un 49 por ciento en comparación con el 2019.
  • En 2020, 1 de cada 1,000 jóvenes hombres de raza negra entre 15 y 34 años de edad fue asesinado con un disparo de arma, lo que representa el 38% de todas las muertes de homicidios con arma, aunque solo represente el 2 por ciento de la población total de EE. UU.

Es muy importante recordar que cada uno de estos datos mencionados representa una persona cuya vida se perdió a causa de la violencia con armas y cuyas familias, amigos y comunidades se han visto afectados. Los anteriores datos estadísticos pueden revelar solo parcialmente la profundidad del problema de la violencia con armas, un riesgo de salud pública totalmente evitable que afecta a los estadounidenses de todas las condiciones sociales. Si medimos el alcance de la crisis y nos informamos sobre sus repercusiones en las personas y las comunidades, podremos determinar mejores soluciones que sirvan para disminuir la violencia con armas y, en última instancia, erradicar la violencia con armas como una amenaza a la salud pública. Lea el informe completo.

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